domingo, 27 de noviembre de 2016

Cuando la corrupción corroe a una empresa se cambia de nombre



Tomado de 
http://www.uab.cat/web/sala-de-prensa/detalle-noticia-1345667994339.html?noticiaid=1345681449138
Es ya un tópico, el mafioso buscado que se hace la cirugía estética y se quema las yemas de los dedos  para no ser reconocido.

En este país sucede algo parecido con determinadas empresas, solo que simplemente se cambian el nombre.

Primero fueron las Cajas de Ahorros, luego Aquagest tras la Pokemon, y con una medida muy taimada, un nombre en cada comunidad, así sólo se desprestigiaría en el sitio donde supuestamente le"pillasen" de nuevo.

En la Comunidad de Madrid, donde son varias las empresas bajo sospecha, tocar cambiar los nombres.

Ahora le toca el turno al Canal de Isabel II, la 'joya de la corona' de las empresas públicas de la Comunidad de Madrid,

Canal de Isabel II Gestión S.A.  pasa a ser Canal de Isabel II. La entidad está dividida en diferentes empresas de gestión de aguas tanto en la Comunidad de Madrid como en el extranjero, especialmente en Suramérica. Ya el pasado julio, el presidente del Canal, el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, Ángel Garrido. ordenó el cierre de diez entidades después de que saltase a los medios el supuesto fraude en la compra de la empresa brasileña Emissao, una entidad que se habría adquirido con el precio inflado. De hecho, la entidad llegó a remitir un informe a la Fiscalía para que investigase el caso. Oficialmente, el cierre fue ordenado porque las empresas tenían poca actividad o su cometido poco tenía que ver con la gestión integral del agua. El Ejecutivo autonómico es partidario de que una empresa pública tiene que centrarse en las actividades que tiene encomendadas, en este caso, la gestión del agua, más que en pelear en los mercados.
Lo mismo ocurrió con el Ivima, vinculado a la venta sospechosa de casi 3.000 pisos públicos a un fondo de inversión la legislatura pasada, por cuya causa hay varios imputados . Ahora se llama Agencia Social de Vivienda.
También se ha sustituido el nombre a  Nuevo Arpegio, que se encargaba de la gestión de los fondos de inversión de infraestructuras en los pueblos de la región y asunción de sus funciones por otra empresa pública, ahora se llama Arproma. La gestión de Arpegio ha estado salpicada por el 'caso Púnica', por su relación con el ex 'número 2' de Aguirre en el PP y hombre fuerte de su Gobierno, Francisco Granados.

Los imputados pasan a investigados y las empresas cambian de nombre. Eficaz modo de combatir la corrupción.

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