domingo, 21 de octubre de 2018

Alcoa pretende echar la persiana.





Los neoliberales nos vendieron que con la liberalización de las eléctricas, la privatización de empresas públicas, etc. nos instalaríamos en el paraíso económico. Han bastado unos cuantos años para constatar que el paraíso de la élite, se está convirtiendo en un infierno para la ciudadanía.

Alcoa va a cerrar sus plantas de A Coruña y Avilés, no está de más recordar cómo hemos llegado hasta aquí.
Alcoa en su día fue una empresa pública fue vendida  porque "lo privado funciona mejor", decían los gurús económicos sin despeinarse.

La antigua INESPAL, hoy Alcoa, fue vendida en 1997 por 370 millones de € en un paquete de una decena de plantas en España, por el gobierno de Aznar, según consta en la página de la SEPI, (procedente del antiguo INI) el organismo encargado de desmantelar las empresas públicas.

Por otro lado, la liberalización de las eléctricas, a pesar de que nos vendían que abarataría el precio de la energía, ha producido el efecto contrario y si para el ciudadano supone muchas veces vivir inslalado en la pobreza energética, para las empresas, el alto coste de la electricidad les impide ser competitivas.
Una de las causas que aduce Alcoa para su cierre son los costes eléctricos.

Cíclicamente, Alcoa, con los trabajadores de rehenes, 317 en la planta de Avilés  y 369 en la de A Coruña, amagaba con cerrar apelando al elevado precio de la energía que supone el 40% de los costes de producción para la multinacional, así conseguía millonarias bonificaciones en su tarifa eléctrica.

La multinacional ya no solo justifica el cierre por el alto coste de la energía, habla ahora de «deficiencias estructurales» de las plantas de A Coruña y Avilés que las hacen poco competitivas.
Sus representantes sindicales sostienen que la multinacional ha ido dejando morir ambas plantas sin realizar apenas inversión en ellas, lo que ha provocado una “progresiva pérdida de competitividad”.

La multinacional ha cobrado en los últimos años ayudas millonarias para compensar el peso en sus costes de la factura energética, algunas, como las provenientes del canon de interrumpibilidad, que pagamos todos los consumidores eléctricos a través del recibo de la luz (es decir la subvencionamos entre todos). Alcoa ha sido uno de las más beneficiarias de este marco regulatorio.

Las cifras del reparto de esas ayudas entre las grandes industrias reciben el trato de información confidencial, y ni Red Eléctrica ni la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) las hacen públicas. Sin embargo parece que  Alcoa ha ingresado en la última década cerca de 1.000 millones de euros en ayudas, siendo “con una diferencia abismal” la compañía más beneficiada del país. Este año cobrará cerca de 90 millones de euros en ayudas. En años anteriores, el importe de las ayudas ha sido incluso mayor, situándose normalmente por encima de los 100 millones anuales y con picos en algunos ejercicios que han superado los 140 millones de euros como en el año 2014. Justo ese año, Alcoa ya amenazó con el cierre de las dos plantas y de un ERE masivo, que finalmente no se ejecutó.

En total Alcoa en los últimos 10 años recibió 1.000 millones en ayudas. Hay que recordar que fue comprada por 370 millones y que prácticamente le salió gratis, ya que pudo desgravar todas las reformas que llevó a cabo para adaptarse a la normativa medioambiental.

Si cualquier ciudadano recibe una subvención, cuando el objeto de la subvención se frustra está obligado a devolver el dinero, además de estar magníficamente regulado cómo y cuándo tiene que emplear dicha subvención. El estado al inyectar tal cantidad de dinero a Alcoa, dinero que sale del bolsillo de los contribuyentes a través del recibo de la luz, debería haberle puesto condiciones, por ejemplo, la obligación de renovar las instalaciones y el compromiso de no cerrar en X años, pero los gobiernos actúan con las multinacionales como siervos con sus amos.

Los políticos intentan evitar el cierre, como siempre ofrecerán más dinero y subvenciones para evitarlo.
Llegados a este punto, se me ocurren dos soluciones o que el estado recompre la empresa por un euro para evitar el cierre o que al menos, los 100 millones en ayudas se los ceda directamente a los 685 trabajadores con lo que reactivarán la economía y al menos no huiría el dinero para EEUU, la sede de la multinacional. Le corresponderían unos 34000€ a cada trabajador.


Fuentes
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2018/10/20/culpa-alcoa/0003_201810G20P16997.htm
https://www.elindependiente.com/economia/2018/10/17/alcoa-prepara-680-despidos-espana-tras-ingresar-este-ano-90-millones-ayudas/
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2018/10/18/dos-amenazas-cierre-alcoa-4-anos/0003_201810G18P2998.htm
https://elpais.com/economia/2018/10/17/actualidad/1539772936_742471.html
https://www.diarioabierto.es/428603/siderurgicas-y-quimicas-advierten-que-los-costes-electricos-les-impiden-competir-en-el-exterior
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/coruna/coruna/2018/10/21/aluminio-fraguo-motor-economico/0003_201810H21C2995.htm

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