martes, 28 de abril de 2015

Liftings biográficos


Este blog me proporciona muchos desahogos, muchas alegrías y muchísimos y grandes amigos.  Me proporciona también algún que otro sobresalto, varios sustos y afortunadamente, al menos hasta ahora, ningún disgusto.

El primer susto me lo llevé hace varios años, estando dando clase en el instituto, se presentó  un motorista en la secretaría de centro preguntando por mí, salí del aula y bajé rápidamente, el motorista me entregó un sobre enviado por un notario del barrio de Salamanca de Madrid, dentro, una carta con membrete de una empresa pública, su presidente  me instaba a que retirase un párrafo de una entrada del blog so pena de entablar acciones legales contra mí. Siempre me quedó la duda de quién habría pagado el notario, pequeña duda, porque creo que fue dinero público el que lo sufragó, al menos el papel y el sobre eran pagados por todos nosotros.

A partir de entonces, fueron varias, las veces que he recibido misivas instándome a eliminar entradas, retirar nombres o  sustituir éstos por  iniciales, pero ya no eran notarios los que se dirigían a mi, eran empresas especializadas, que proliferan como setas, contratadas por personajes, la mayoría de las veces bajo sospecha,  me solicitaban "amablemente" que retirase una post u omitiese datos que dejan mal parado al protagonista de la entrada, pues describe sus fechorías.

A veces me instan a retirar textos, apelando a la ley de protección de datos e incluso al derecho al olvido, cuando el personaje todavía está pendiente de juicio.
Es cierto que mis entradas se nutren mayoritariamente de la prensa y cuando de una acusación se trata, reflejo la noticia tal cual, enlace incluído, para ir en el "paquete" con alguien más poderoso. Dudo que al periódico le conminen a eliminar la noticia.

Las empresas dicen dedicarse a borrar el pasado del cliente de la red y a limpiar la imagen, incluso crear nuevas informaciones positivas para que en las primeras páginas solo sean éstas visibles. Si los responsables del mantenimiento de las informaciones en la red no aceptan retirar los contenidos,  afirman que inician las acciones legales necesarias para que sean borradas.  
garantizan también el encriptado de nombres y apellidos en Boletines Oficiales 

Diego Sánchez el director de Eliminalia sostiene en una entrevista que el derecho al olvido se lo merece todo el mundo y  que el 80% de su clientela son políticos, más de 220 han contratado sus servicios, son sus mejores clientes, pero tiene también empresas, entidades bancarias y particulares. Eliminalia, según su director  posee oficinas en México y América Latina en general, ya que tienen un potencial mayor, porque es tanta la corrupción que la gente tiene que hacer desaparecer "los asuntos".

Diego Sánchez afirma que hasta podrían conseguir que se olvidara el caso Bárcenas, eso sí le costaría unos 100.000 euros, y aclara que los costes del servicio pueden ir de mil a 200 mil euros. Explica que algún político "no quiere que se sepa que tiene empresas o pide eliminar incidentes negativos"

El pueblo elige a sus representantes y tiene todo el derecho a saber cómo actúan, ya que viven del dinero público.
A algunos no les basta con comprar y amordazar a la prensa para cometer impunemente sus fechorías,  por todos los medios intentan seguir engañándonos y confundirnos. Como consiguen dinero fácil, no les cuesta emplear una parte en comprar reputación.  


                                                      Actualización 





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2 comentarios:

  1. En este país ser honrado es un acto de heroicidad y si además eres político es un acto revolucionario. Sacar a la luz la corrupción con nombres y apellidos en un blog les parece a estos vividores más denunciable que el mismo acto de corrupción. Corremos más riesgos que un motorista en prácticas. Y el futuro se ve más negro aún. Llegará el día en que los peatones tengamos que salir a la calle con el casco puesto.

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  2. Quieren el dinero y el prestigio, si pierden éste lo compran con el dinero que consiguieron. Ya que no los respetamos desean que los temamos, pero ni una cosa ni otra. Gracias por el comentario.
    Un afectuoso saludo.

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