jueves, 3 de julio de 2025

Ahmed Tommouhi, a veces la justicia se muestra esquiva


Nahat el Hachimi, escribe un artículo en El País acerca del tremendo error judicial sobre la acusación a dos marroquíes por varias violaciones, en su día el hecho me sobrecogió, pero pasó desapercibido y continua pasando, no recibió la difusión que debería porque acaso no interesase, o también pudiera ser también porque la primera condena a los inocentes fue dictada por la hoy ministra de Defensa, Margarita Robles, cuando era magistrada en la Audiencia Provincial de Barcelona en 1992. Únicamente se basó en una sola prueba, el señalamiento en rueda por parte de las víctimas. Nada más. Nunca ha pedido perdón.

Curiosamente, un ingeniero, Manuel Borraz siempre creyó en su inocencia, creando incluso una página web en su defensa.  

No deja de ser increíble que un error médico o de construcción tiene un coste para el causante. En la judicatura esto no suele ocurrir, Robles tuvo una carrera meteórica tanto en el poder judicial como en la política. Los errores, no se pagan, y nunca mejor dicho porque el reo inocente ni siquiera es indemnizado y para colmo condenado a costas. Estado de derecho, dicen.  

Reproduzco el artículo competo de Hachimi titulado "A nadie le importa un moro inocente"

Ahmed Tommouhi y Abderrazak Mounib fueron condenados por varias violaciones que no cometieron. El segundo murió en la cárcel, y el primero ha pasado en ella 15 años de su vida, aunque su inocencia fue demostrada cuando ya había cumplido seis de condena. Ahora la Audiencia Nacional le ha negado la indemnización que pedía por ese terrible error judicial. 

Cinco magistrados han decidido que este hombre cuya vida cambió para siempre no merece que le sea restituida la inocencia y que el Estado compense el daño que le ha causado. Y no solo eso. También lo condenan a pagar las costas del proceso. Cuesta mucho comprender esta decisión y más cuesta no atribuirla a factores que no sean judiciales. 

¿Cómo pueden afirmar sus señorías que no fue un fallo no tener en cuenta otra prueba que la del reconocimiento? ¿Acaso se puede privar de libertad a una persona inocente y que no pase nada? Margarita Robles, que fue una de las juezas que dictó la sentencia de Tommouhi, no ha pedido perdón por tan craso error. Y, por supuesto, esa derecha antifeminista que se pasa el día diciendo que las denuncias por violación son falsas tampoco ha salido en defensa de ese moro, que por moro algo haría.

Es perturbador darnos cuenta de que la judicatura parece tener un sesgo por procedencia. Es difícil no acordarnos de cuántas veces se ha confundido a un moro con otro moro (es que a mí me parecéis todos iguales, me han llegado a decir, como los chinos) y no relacionar este trato injusto con la construcción del estereotipo del moro como salvaje violador.

No parecen atender los jueces a cómo perjudican casos como este el proceso de integración de los nuevos españoles en un país que ya consideran suyo. ¿Cómo vamos a sentirnos tan de aquí como el que más si sabemos que la discriminación puede llegar hasta la Audiencia Nacional? ¿Y por qué este caso, que es un escándalo, una flagrante injusticia, no está estremeciendo de indignación a la opinión pública? ¿Cambiaría algo si en vez de Tommouhi el damnificado se llamara García o Fernández? 

En todo el tiempo que ya se sabía que los dos hombres eran inocentes, ¿por qué nadie movió un dedo por ellos? Las vidas de los moros, se diría, no valen igual que las vidas de los ciudadanos patrios. Eso sí, luego vendremos a expresar nuestra indignación por la muerte de George Floyd y el racismo en Estados Unidos y que si Donald Trump es de lo peor. De lo peor es la indiferencia ante el maltrato continuado a un inocente. 

Se imagina alguien que eso le ocurriese a su hijo o a su propio padre. Será que no los vemos como a nosotros. 

Ahora acabo de recordar que los jueces están en huelga, siempre tan reivindicativos.

El artículo

https://elpais.com/opinion/2025-05-02/a-nadie-le-importa-un-moro-inocente.html

Enlaces relacionados de lectura recomendada

https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2025-06-25/moro-no-importa-nadie-articulo-carlos-padilla/

https://elpais.com/noticias/ahmed-tommouhi/

https://elpais.com/opinion/2025-05-25/error-judicial-sobre-error-judicial-el-caso-tommouhi.html

https://elojocritico.net/v10/opi29.html

https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/justicia-indemnizacion-castigo-15-anos-preso-parecerse-violador_202504236808fe2ba0746200011b19dc.html

2 comentarios:

  1. Nos encontramos frente a otro error judicial, tan grave si se comete con un moro como con un cristiano. No hay exclusividad en los fallos y trasciende cierto victimismo. El error es imperdonable, no es más imperdonable si se ha cometido con un moro. Hay otros fallos en que se ha tenido en cuenta esta circunstancia por su "factor cultural".
    Un saludo.

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    1. Discrepo totalmente, seremos todos iguales ante la ley pero ante
      algunos jueces me temo que no. Ser moro creo que influyó primero en el error judicial y luego en negarle la indemnización, siempre por un defecto de forma y los condenan a costas, eso ya es un cachondeo.. Lo mismo le ocurrió a Dolores Vázquez, su orientación sexual la llevó prisión y curiosamente también le denegaron la indemnización. Curioso, en cambio a Sandro Rosell por 645 días de cárcel cobra 232. 000 euros. Nada es casual .
      Un afectuoso saludo y gracias por la visita.

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