miércoles, 24 de marzo de 2021

Fukushima entre el miedo nuclear y la codicia.



Cuando se cumplían 10 años del terremoto, tsunami y como consecuencia, el desastre nuclear de Fukushima, los medios fueron parcos en la conmemoración y el recuerdo. Supongo que el lobby nuclear ha tenido algo que ver. Así que cuando me encontré con un artículo del portal de noticias Asia & Japan Watch  comentado en El  País, lo busqué en la edición digital para reproducirlo, no fui capaz, sorprendentemente no lo encontré... o no tan sorprendentemente.

Razón de más para darle publicidad en un país donde la catástrofe nipona "nos queda lejos" y los medios suelen decir que no se prevén más centrales nucleares" de momento". En este país hay muy rentables centrales a las que se pretende alargarles la vida para beneficio de las privatizadas eléctricas. 

Para la catástrofe de Chernobil, (confieso que no he visto la serie, sospecho que es propaganda aparentemente aséptica), tienen coartada. La dictadura soviética: la falta de transparencia, la ineficacia del socialismo, lo público, que para los neoliberales es un desastre. 
Pero con la tragedia de Fukushima, (jamás harán una serie), se le caen uno a uno todos los tópicos. La propietaria era una empresa privada,Tepco, beneficiaria de las puertas giratorias (los japoneses tan precisos con el lenguaje tienen un término específico para ello: amakudari),  que acumulaba una serie de irregularidades  y como sucedería en este país los responsables de la catástrofe han sido absueltos .

Toru Ishnida, después de haber sido director de la agencia de energía, fichó por Tepco,  la dueña de la central nuclear,  esto nunca lo recogerán los medios que sirven a las corporaciones como le sirven los políticos que acaban en ellas. 

Maravillas de la democracia, si el artículo de El País figurase en la edición digital,  lo leerían mucha más gente de la que lo leerá aquí. 
El derecho de reunión, manifestación y expresión, al menos antes de la pandemia, existía. Los sin voz, lo ejercen  en el pasillo de su casa. 
Así que me cargo de razones para reproducir el artículo.

Fukushima o el miedo nuclear 

En el décimo aniversario del desastre nuclear de la central de Fukushima se publica un editorial en este portal de noticias  (Asia & Japan Watch) que ratifica la línea mantenida desde entonces abogando porque Japón construya un futuro sin energía nuclear. 

Reconoce el editorialista que la principal razón para sostener esta idea es el miedo a qué otro accidente semejante amenace la propia supervivencia de la sociedad japonesa.

Se recuerda que la catástrofe fue una demostración de las horribles consecuencias de un accidente nuclear grave y de que cuando todo se descontrola no hay forma de pararlo. El recuerdo aún fresco de lo ocurrido debería servir para que Japón reafirme en este aniversario su voluntad de alejarse de la energía nuclear, máxime cuando aún se sigue lidiando con la radiactividad que se liberó en el accidente de la central y sigue sin saberse a ciencia cierta en qué estado se encuentran sus reactores.

El editorialista recuerda que se trazó un plan a 20 o 25 años para completar la limpieza de escombros, pero que ya está olvidado y que el actual no aventura fecha de finalización de los trabajos. Para el desmantelamiento de los reactores se estimaba que harían falta de 3 a 4 décadas pero cada vez hay más dudas de que sea posible hacerlo en tan dilatado periodo.

La catástrofe de Fukushima causó un fuerte impacto en las comunidades cercanas, cuya reconstrucción está siendo una tarea ardua. Solo cabe plantearse que nunca vuelva a ocurrir algo así y por eso deben rechazarse las voces que desde la industria y el Gobierno tratan de recomponer la confianza en lo que el editorial llama el mito de la seguridad nuclear, al que responsabiliza en buena medida del accidente de hace 10 años. 

Si el Gobierno japonés se empeñara en promover la energía nuclear, perderá la carrera por la innovación tecnológica perderá la carrera por la innovación tecnológica de una sociedad libre de combustibles fósiles cuya fuente de energía principal sean las renovables y el hidrógeno. Para caminar hacia una sociedad sin energía nuclear sería imprescindible retirar todos los reactores cuya vida útil sea superior a 40 años y aprobar un plan para no construir ni una central más ni modernizar las existentes.

Enlaces relacionados 

https://www.angelesgarciaportela.com/2011/04/si-fukushima-estuviera-cerca-de-casa.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2013/03/remember-fukushima.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2012/03/directivos-de-tepco-samurais-o-carotas.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2011/04/muertes-y-mentiras-nucleares-lentas.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2011/03/nucleares-no-pasa-nada.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2011/06/endesa-ignora-fukushima.html

https://www.angelesgarciaportela.com/2012/03/realeza-y-nuclares.html

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