lunes, 6 de junio de 2016

La UE: las multinacionales al amparo del escrutinio del pueblo


El Parlamento Europeo se pronunciará el próximo 14 de abril sobre la nueva directiva de secretos comerciales, que servirá como marco para el desarrollo de nuevas normativas nacionales en los 28. Teóricamente pretende proteger a las corporaciones frente a las filtraciones y el robo de información confidencial, pero organizaciones sociales, partidos políticos y agrupaciones de periodistas de distintos países europeos ven este texto como un nuevo golpe a la libertad de expresión que otorga nuevos poderes a las empresas, en detrimento de los ‘whistleblowers’ –alertadores de secretos- y periodistas que filtran secretos corporativos por su relevancia e interés público.

Fabio de Masi, eurodiputado del partido alemán Die Linke, asegura que esta regulación “no es necesaria”, y que las únicas beneficiarias de su aplicación serán las grandes corporaciones, las mismas que han impulsado su tramitación desde el primer momento. “Tienen los medios financieros y operacionales para entrar en costosas disputas legales contra terceras partes que critiquen sus prácticas empresariales, y esto silenciaría a los últimos. Aún cuando, tras casos de juicios, quede probado que no violaron secretos comerciales”, apunta.

Alfonso Sánchez, miembro de Xnet, clave en la filtración del caso de las tarjetas black, explica  que el Senado de EEUU aprobó este lunes una normativa de secreto comercial en línea con esta directiva europea. El texto debe hacerse también con el respaldo del Congreso norteamericano, y Sánchez advierte de que su aprobación puede allanar el camino para cerrar el TTIP, el acuerdo de libre comercio que Washington y Bruselas negocian con sigilo, y que podría sentar las bases para incluir en el texto final un apartado específico sobre secretos comerciales.

“No hay un vínculo directo y explícito con el TTIP, pero hay un proyecto similar curiosamente lanzado al mismo tiempo en EEUU”, sostiene de Masi, que reconoce en ambas iniciativas el sello de las multinacionales, que quieren mantener sus “intereses a expensas de la sociedad”. 

¿Sería posible con la nueva legislación la publicación sin represalias de los Papeles de Panamá, el fraude de Wolswagen etc.?

Esta nueva ley se llama “Directiva de protección de secretos comerciales”. La definición de secreto comercial en esta directiva es tan imprecisa, que casi cualquier información interna de una empresa puede considerarse secreto comercial. Esto representa un peligro para cualquier persona que revele dicha información sin el consentimiento de la empresa.

Los ciudadanos, periodistas, científicos, etc., necesitan a veces acceder y publicar esta información por el bien común. Si se aprobase la directiva, todos ellos se enfrentarían a procesos legales, penas de cárcel y multas de cientos de miles de euros. Con ello, se impediría la denuncia de malas prácticas o delitos corporativos.

Y es tan "secreta" la directiva de secretos comerciales que la prensa al servicio de las multinacionales, no se hace eco.

Visionad el vídeo y firmad contra la oscurantista directiva 
https://act.wemove.eu/campaigns/nuestro-derecho-a-saber
Fuente
http://www.publico.es/internacional/ue-endurecera-castigos-revelar-secretos.html

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