domingo, 12 de enero de 2014

Grecia: Michalis Liapis, el ex ministro que se saltó un stop

 

Michalis Liapis: el ex ministro que se saltó un stop.

 
Michalis Liapis cuando era Ministro de Transportes.
- El ex Ministro de Transportes y Comunicación Michalis Liapis se saltó un stop el 17 de diciembre de 2013. Una patrulla policial lo paró por este motivo.

- Ninguno de los miembros de la patrulla reconoció al personaje, seguramente porque ya no está en la primera línea de la política. Si lo hubieran reconocido, ¿lo hubieran parado?

- Al solicitar la documentación, el conductor contestó no llevarla encima. Como excusa, alegó que había salido a dar una pequeña vuelta y se lo había olvidado todo en casa.

- Los policías, al comprobar la matrícula del jeep, se dieron cuenta de que era falsa.

- Además, el Volkswagen Tuareg tenía los cristales tintados.
Las matrículas falsas pueden conseguirse en el mismo centro de Atenas. Encima del guión debería haber un sello del Ministerio de Transportes. 
El político siendo conducido a las dependencias policiales.

- El ex Ministro de Transportes se saltó un stop, conducía sin documentación, llevaba matrícula falsa y circulaba con cristales tintados. Sí, el mismo que había escrito libros como “Por una nueva moralidad” o “Por una radical renovación”, y el mismo que hace unos años declaraba orgulloso que iba a acabar con las infracciones de tráfico en el país.

- Cuando se da cuenta de que se ha descubierto el pastel, Liapis pierde los papeles. El tipo intenta justificarse argumentando que el jeep lo tenía en su garaje (en Porto Rafti, nada menos) y que “no lo conduzco nunca. Es que me voy de viaje en unos días y no quería que se descargara la batería”.

- Desesperado, el político le comenta al policía que él es Michalis Liapis, ex ministro. Supongo que era el último recurso que le quedaba en vista de que los miembros de la patrulla “no cedían”. Tras consultar con sus superiores, los policías procedieron a esposar al conductor.

- La noticia corrió como la pólvora por las redes sociales y se plantaron un montón de policías a las puertas de la comisaría.
La "humilde" casa de Michalis Liapis.

- La imagen del político detenido y sus ridículas explicaciones dieron la vuelta al país. Liapis acabó siendo objeto de burla por todo el mundo. Grecia quiere ver a sus políticos en la cárcel o, en su defecto, ridiculizados al máximo.

- Para justificar lo de las matrículas falsas, declaró que “soy un pensionista al que le está afectando la crisis, como a todos”. Había devuelto las auténticas para no pagar el impuesto de circulación (1.320 euros, en su caso). En Grecia, los que no pueden pagar el impuesto, que son muchos, devuelven la matrícula y no pueden circular con el coche. En teoría, claro, que estamos en Grecia y nadie te impide coger el coche para ir por ahí, aunque sea sin matrícula.

- “A mí también me está afectando la crisis”, decía al tiempo que las televisiones nos mostraban imágenes de su caserón.
Esta cara se le quedó al pobre.

- “Reconozco mi culpa y voy a cumplir la pena. He cometido un error, no tengo excusa, quiero pagar”. Liapis ya no podía engañar a nadie.

- El ex ministro pagó la fianza casi sin rechistar a los dos días. ¿Por qué tan pronto? ¡Pues porque tenía un viaje planeado a Kuala Lumpur! Supongo que si le hubieran retenido el pasaporte, hubiera tenido problemas con el visado y se hubiera quedado en tierra. Se le citó de nuevo para el 30 de diciembre.

- Liapis viajó a Kuala Lumpur en primera (más de 2000 euros ida y vuelta el billete) y se quedó en el Sheraton, uno de los hoteles más lujosos de Asia.
Liapis se alojó en el Sheraton de Kuala Lumpur.

- Las “malditas” tecnologías… El político fue cazado por un paisano griego, que envió un par de fotos al periódico Real News. Estuvo una semanita a cuerpo de rey en una suite del hotel y en compañía femenina (no era su mujer, puesto que está divorciado, pero nadie sabe quién era la señora, puesto que fue y volvió solo).

- Al ex ministro lo echaron de Nueva Democracia el día en el que fue detenido por la Policía.

- La imagen de Liapis ha sido utilizada como paradigma de cómo se comporta la mayoría de los políticos de este país. Hacen lo que les da la gana y no les importa. No olvidemos que Liapis es primo de Kostas Karamanlís, ex Primer Ministro. Todo suena a chiste.

- Desde el momento en el que el personaje reconoció tener problemas económicos por culpa de la crisis, los periodistas se empezaron a mover. Liapis cobraba como ex ministro y como diputado, conducía un todoterreno que vale 40.000 euros, tenía declaradas 28 propiedades en 2011, villa en Mykonos, etc…

- La prensa tampoco ha tardado en recordarnos que nuestro protagonista estuvo metido de lleno en el escándalo Siemens de hace unos años, y que todavía trae cola.
Liapis poniéndose la botas en un restaurante de Kuala Lumpur.

- Lo último que ha salido es que poseía una villa que había convertido en hotel rural. Al parecer, lo reconvirtió gracias a ayudas estatales. Aunque la familia -está metida en el pastel- dice que tiene los papeles en regla, no aparece en las guías, no hay facturas, no hay clientes… Un escándalo más y se sigue tirando del hilo.

Y pensar que todo esto no hubiera salido a la luz si el pardillo no se hubiera saltado un stop…

4 comentarios:

  1. Aluciné leyendo esta información. Resulta tan kafkiano que es difícil encontrar términos para definir a este señor y los hechos. He tenido que leerlo dos veces porque no daba crédito. No es ya que sea un canalla únicamente, sino que encima se burla de todos los griegos que lo están perdiendo todo y que están en la miseria. Es delirante, es... Y lo más triste y desesperanzador es que no se trata de hechos aislados. Y esto no se va a solucionar con reformitas ni con parches.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Votan unas leyes tan injustas que no están dispuestos a acatarlas, aquí ocurre igual, las leyes son para la chusma.
    Tambíen los griegos y nostros tenemos los mismos sentimientos y deseos: verlos a todos en la cárcel.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. ¡Haz lo que yo te digo, no lo que yo hago!

    Esta es la frase que más escuchaba de mi abuelo cuando de niño me daba por hacer e imitar a los demás para saltarme las normas elementales familiares.
    Con el tiempo me explicaban algunos de los significados de la frase, y se veía el bien que se perseguía con ello.

    Este personaje se había creído que de verdad era dueño y señor de las normas o leyes que pretendió, pero que al mismo tiempo podía hacer con ellas un pandero. En el fondo solo mostró el grado de hipocresía que tenía dentro de su mente. Justo, lo mismo que nuestros políticos muestras en el tiempo que tienen para creerse importantes.

    Hacerse un 'nombre' en esta vida cuesta muchos años, perderle es solo un momento.

    Mis saludos.

    ResponderEliminar
  4. Forma parte de la casta, que acaban sin principios. No es casualidad que nos encontremos en la situación que estamos.
    Feliz Año Antón. Visito tus blogs de vez en cuando.

    ResponderEliminar