martes, 28 de diciembre de 2010

Día de los inocentes

Realmente ya no hace falta un día de los inocentes, porque vivimos instalados en una inocentada permanente o ¿no lo es la situación política y económica?. Solo que una macabra inocentada, la noticia con la que me levanté hoy en mi diario local: la clase media retrocede a niveles de 1960, estrangulada por la crisis, me gustaría que fuese la inocentada del día, pero tristemente no lo es. Todos a los que nos rebajaron el sueldo o estamos parados, llevamos el monigote colgado en la espalda hace tiempo y nos lo han puesto los mercados.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Así cualquiera legisla contra el pueblo

Los que sí pueden pasar unas buenas navidades. Información obtenida de Youtube.

¿Quién es la OCDE?

Jubilación a los 67, solo faltaba la OCDE en unirse al corifeo de esa górgona neoliberal, que nos está petrificando, ya es casualidad, coincide con el FMI, el BCE, El B de E, FEDEA, y como no, con los mercados, parece que desde posturas distintas, diferentes instituciones coincidiesen en las recomendaciones (como si no fuesen todos ellos, el eco de la misma voz). 

Esto ya lo había dicho en enero Andrés Fuentes responsable de los informes para España de la OCDE, así que ya estaba en hoja de ruta como gustan en decir. De todos modos han perdido bastante credibilidad: ¿Por qué ahora tienen el remedio cuando no supieron ver la enfermedad? Además, quién es la OCDE, un organismo supranacional de índole económico, que supone el 70% del comercio mundial y el 80 % del PNB, el club de países desarrollados, pero en último término está compuesto por personas que no solo representan a los países más ricos, sino a los más ricos de los respectivos países, su presidente Ángel Gurría, mejicano, perteneciente al PRI, tuvo diversas responsabilidades el área económica del gobierno.

Como dato significativo el IBEX subió a la espera de dicho informe y no es para menos, ya que no solo propone ampliar la edad de jubilación, sino eliminar el IVA reducido y superreducido, igualándolo al 18%, nada de sugerir un aumento para los artículos suntuarios, pareciese que vienen por los económicamente débiles, reducción de los impuestos en las transacciones inmobiliarias, reducción gradual hasta eliminación de subsidios de desempleo para trabajadores de mayor edad. 

Propone también que se rebajen las cotizaciones sociales que pagan los empresarios, rebajar el impuesto de sociedades, pero y esto ya es un descaro, eliminar el reducido de las Pymes. Concluye su política económica tan social, manifestando que el agua para la agricultura está muy barata, que debería subir de precio, como para echarse a temblar ya que si subiese, se encarecerían los productos agrícolas, cuando parte del pueblo tiene problemas para abastecerse de alimentos.

El informe indica que el gobierno debe estar preparado para tomar medidas adicionales. No tengo claro si con ello caerá el déficit, para poder ayudar a las grandes empresas, pero lo que sí, es que el pueblo inexorablemente comenzará a descender socialmente, unos de un modo gradual, pero otros se despeñarán hasta la exclusión y la marginalidad, debido a esas maravillosas recetas, que ejecutarán los que han sido votados por este pueblo mártir de los mercados.

Publicado en La Voz de Galicia el 22 de diciembre de 2010

lunes, 20 de diciembre de 2010

Donaciones

Me reconforta saber que todavía hay gente que cree en lo público. 5.000 personas hicieron en Francia donaciones para que el Louvre pueda exhibir las 3 gracias de Lucas Carnac. Desde luego, debo confesar que yo tendría mis dudas en colaborar, aunque fuese con un centavo, vista la almoneda que se está produciendo en los estados, de la misma manera que se va a privatizar el bosque de Robbin Hood, cualquier día el Louvre acaba siendo gestionado por France Telecom.

Publicado en La Voz de Galicia, 20 de diciembre de 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

Pensiones, no iguales para todos

Quien parte y reparte se lleva la mejor parte, pero para Juan Pueblo aumentan la edad de jubilación y los años para calcular la pensión.

Aquí la noticia

jueves, 16 de diciembre de 2010

El consenso de Washington

Este artículo está escrito en el 2007, antes de que el FMI nos hubiese puesto de rodillas. 


El consenso de Washington es el nombre con el que se conoce a toda una doctrina económica y política, más en concreto es el nombre que recibe la actual doctrina económica (la falsa globalización) que sirve para gobernarnos y dirigir la vida de millones de personas en la actualidad. Recibe este nombre porque fue definido en Washington, alrededor de 1981. Debe su nombre a John Williamson, economista británico que fue el primero en referirse de esta forma a las medidas que explicaremos a continuación.


 El consenso de Washington es el enésimo intento de la clase política y económica por eliminar el poder de las bases del pueblo y sustituirlo por una estructura de poder alternativa al sufragio universal. Esto es lo que se enmascara detrás de lo que se da en llamar «globalización» o lo que se esconde cada vez que nos hablan de «tratados de comercio». Incluso es lo mismo que subyace tras el «tratado para una constitución para Europa». 

Ojo, soy europeo y europeísta, que nadie se confunda. Pero pienso que otra Europa es posible que no sea la Europa de la concentración del poder y la de la sumisión de todo sector a los omnipotentes distribuidores transnacionales. Una Europa que trate a las personas como personas, no como clientes. Tras esta mampara nebolusa del consenso de Washington se esconden todo tipo de instituciones supranacionales como la OMC, el FMI, el BM, la Comisión Europea, las Naciones Unidas. 

Otras que parecen inocuas como la organización mundial de la salud, nos sorprenden con comunicados que parecen provenir de otra parte. Es lógico pues todas están dirigidas por las mismas personas y buscan los intereses de aquellos que las dirigen. Estas organizaciones legislan y dictan patrones de comportamiento (qué está bien, qué está mal) pero lo hacen sin que la ciudadanía les pueda rendir cuentas (sus dirigentes no se eligen por sufragio del pueblo), de forma que toman decisiones que no convienen a casi nadie para que así los gobiernos puedan adoptar esas medidas impopulares y a la vez decir «no es nuestra culpa», «nos lo mandan desde la OMC», «nos lo manda la Comisión Europea», «es para cumplir con el parámetro de estabilidad». 

Siguiendo órdenes los estados se curan en salud y pueden tomar una decisión fatal para su industria y su ciudadanía (como la privatización de sus empresas energéticas, la imposición de un canon por copia privada o la inclusión de un canon por préstamo en los libros de las bibliotecas) tan sólo porque lo impone la «liberalización de servicios» impuesta por el FMI, porque es lo que la Organización mundial de la propiedad intelectual (WIPO) pide a sus delegaciones nacionales que exijan o porque la UE nos multa por mantener como gratuito el servicio social de acceso a la cultura más universal, las bibliotecas.

 ¿Qué dicen cuando protestamos (en los casos que olemos el timo)? «Nos lo han mandado desde Bruselas», «nos lo han mandado desde Davos», «nos lo ordena el FMI», «no es culpa nuestra, no te enfades y vótame de nuevo para que sigamos jodiendo juntos». Actuarán irresponsablemente porque están «obedeciendo órdenes» y a los miembros de esas organizaciones que todo lo deciden no los puede tocar nadie porque no son organizaciones democráticas, no las elige nadie, ninguno de nosotros (bueno, quizá tengo algún lector dueño de un banco y yo sin sabrelo) vota por su presidente.

 Por tanto estas organizaciones actúan y dictan normas con impunidad. La impunidad que concede la falta de democracia. Aunque no hubieran oído antes este nombre, el consenso de Washington está muy extendido y recibió con Bill Clinton el espaldarazo definitivo para su extensión global (curiosamente, el odiado George W. Bush ha frenado esto más que otra cosa dada su tremenda facilidad para la acción «unilateral» invadiendo países sin esperar a la ONU -otro de esos entes supranacionales- o firmando acuerdos bilaterales con varios países, como Marruecos). 

Bill Clinton impulsó decididamente uno de los campos que más ocupan nuestras conversaciones (y de la blogosfera ni te digo…): la globalización de la doctrina estadounidense de copyright, mucho más severa y restrictiva que la del resto del mundo. Bajo el mando de Clinton EE.UU. obligó a China a legislar durísimamente en este ámbito si quería entrar en la OMC (y China lo hizo, sabiendo que eso deja fuera del acceso a la cultura a mil millones de chinos que no pueden pagar los carísimos precios que impone occidente; bajo el mando de Bush están intentando lo mismo con Rusia, pero no es -en absoluto- prioritario para Bush). 

También en Europa notamos esta presión yankee, tan sólo porque el producto de exportación que más dinero aporta a las arcas de EE.UU. ya no es la industria tradicional: sino el entretenimiento. Mientras Google dice que las patentes en aquel país son cada vez peores, el signo claro es que ya no ganan dinero porque construyan mejores cosas, sino porque imponen restricciones antinaturales al sistema para generar escasez de un producto que no vale nada replicar. Todo esto es consecuencia de esta nueva manera de entender la economía, la política y el imperialismo como un todo mezclado y supranacional: una élite que incluya a gente de todas partes para evitar levantamientos (con apoyos, claro) en otras partes del mundo. 

 Para que entiendan las consecuencias de ésto: las privatizaciones en España fueron ordenadas por el FMI (aka, por EE.UU.), en el marco de esta «liberalización» promulgada por esta doctrina. En España, sin ir más lejos, hace veinte años el estado habría sido responsable del apagón de BCN y todos esos vecinos sabrían a qué puerta pegar para pedir cuentas. Ahora una empresa privada se lava las manos y le echa la pelota al Estado. 

El estado poco puede hacer más que repetir (igualmente) «yo no he sido», pero ni siquiera puede amenazar a la empresa concesionaria con quitarle el servicio porque no hay alternativas (ya que la infraestructuras las controla ahora FECSA). Igual en otros sectores: lo que se supone que debía de ser un mercado de telefonía móvil liberalizado, barato, accesible y de calidad se convirtió en un oligopolio con tres operadores -y ahora un cuarto convidado de piedra- (algo que, por cierto, también se podría haber hecho manteniendo telefónica como público) que para colmo se repartieron toda europa (Telefonica, France Telecom y Vodafone tienen importantes licencias en casi todos los paises europeos que he visitado).

En Europa podría haber 27 compañías, pero no creo que haya ni 10. Eso es la falsa liberalización: concentración, sólo que en otras manos. En este proceso de venta de lo público, los ciudadanos ya no saben a qué puerta pegar para pedir responsabilidades porque todos dicen «yo no he siiiido». De esta forma encontramos como el proceso de privatizaciones global (la liberalización de los servicios y la venta de empresas públicas es el punto fuerte de las exigencias del Fondo Monetario Internacional) sólo sirve para debilitar al estado y fortalecer a entidades privadas que pueden actuar en contra de la población sin miedo a perder las próximas elecciones

No es que yo sea un nostálgico del estado fuerte centralizado, es que creo que se ha producido el cambio y hemos perdido el tren para obtener, mediante el cambio, una situación más justa socialmente. De poco sirven entonces las elecciones si lo que podemos cambiar con ellas no es el núcleo que va a dirigir nuestra vida en sociedad sino lo accesorio, y eso es lo que sucede cuando todos los servicios públicos (ojo con la «Constitución Europea» que pretende privatizar la sanidad y que pese a haber sido modificada no va a ser votada en referéndum) son privados. 

Cuando las elecciones no sirven de nada, el consenso de Washington ha triunfado porque ese es su leitmotiv: crear arquitecturas de gobierno impunes a las que los ciudadanos no puedan exigir nada. Una vez conseguido eso los ciudadanos no son ciudadanos, sino clientes o consumidores. Porque el concepto de ciudadano implica ser parte de algo, poder actuar. En este contexto la gran masa de personas del mundo somos excluídos de la toma de decisiones.

No somos ciudadanos, somos siervos. 

Referencias:

Nunca había oído hablar sobre el consenso de washington hasta que dos libros que he leído este verano dedicaban un poco de atención a él. Estos dos libros eran aparentemente muy diferentes: Vallas y ventanas se centraba en el problema del activismo clásico, aunque enmarcado en el movimiento conocido como antiglobalización de los últimos años. El anarquista en la biblioteca es un libro sobre propiedad intelectual (uno de los campos en los que la doctrina globalizadora e impositora del consenso de Washington presiona con dureza) que tampoco puede evitar hablar de este asunto para situar al lector en contexto correctamente. 

El artículo original
  

Diectiva de Permiso Único

Menos mal que a estas alturas no salió adelante en el parlamento europeo la directiva de Permiso Único, sospecho que es solo una tregua .Pretender que un inmigrante cobre el salario de su lugar de procedencia, no tenga derecho a la pensión si regresa a su pais de origen etc, me parece tremendo, pero peor me parece aún el cinismo con el que esto se pretende justificar: parece obvio que todo ello es un atentado a los derechos humanos, al principio de no discriminación, a la libertad de circulación etc. Pues bien, se justifica, como que no se atenta a los derechos inherentes a las personas, sino de los que se derivan de su condición de trabajadores por cuenta ajena. Tomen nota, en cuanto se posee el estatus de trabajador por cuenta ajena, se pierden los derechos como persona, con esto se abre una vía muy peligrosa, acabarán dándonos latigazos en el “tajo” sin menoscabo de los derechos humanos. Esto es el fin de la Europa humanista y de la Ilustración y lo que es peor autoimplosionada y sin invasión de los bárbaros.

Publicada en La Voz de Galicia,16 de diciembre 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

Otra de controladores

Las opiniones no gubernamentales, no se encuentran tan facilmente, una está aquí, oculta entre toneladas de información tóxica.

Quien controla los que nos controlan....

Se repite machaconamente un mantra y lo repite todo el mundo:"los controladores son unos privilegiados" y lo son, pero no hay que olvidar que la sociedad se divide en dos grupos: los que ponen su dinero a trabajar y se le reproduce y los que trabajamos para conseguir dinero, es decir los asalariados, si se trata de rebajar las prebendas a los privilegiados vale, pero no van por ahí los tiros, no hay expropiación a los poseedores,solo expolio a los asalariados, todo por la privatización de AENA y la escuela privada de controladores.

Por otra parte se firma el decreto la víspera el puente, para que el pueblo se enardezca, si se firmase otro día cualquiera, solo quedarían en tierra ejecutivos y políticos, pero en el puente vuela el pueblo y la frustración nos produce agresividad, por no hablar de hacer coincidir la retirada de los 426 euros, pero a quien le importa eso, ante el fracaso de no poder visitar a los parientes.

Otra cosa qe no entiendo es que si los controladores son unos incompetentes y no merecen lo que ganan, su ausencia produjo tantas pérdidas, menos producen los que cobran los bonus, se blindan etc y nadie va a por ellos. Ya hay un chivo expiatorio.

Ya está bien de pensamiento único y que no exista debate y los tertulianos pesebristas echando leña al fuego

jueves, 2 de diciembre de 2010

Concentración de riqueza

Se reunieron con el presidente los que dirigen las 37 empresas más importantes del país, pidieron pulso firme para zanjar las reformas, parece obvio que se refieren al endurecimiento de las condiciones laborales de los trabajadores. La sociedad atisbó un cambio de actitudes en los poderosos a comienzos de la crisis, pero fue un espejismo, se cerraron en banda pidiendo más de lo mismo.

Como estamos amedrentados solo nos paramos a escuchar lo que dicen y no a reflexionar lo que representan. Esas empresas facturan alrededor del 40% del PIB y no nos engañemos algunas actúan como cuasi monopolios, 37 empresas, tremenda acumulación de capital y tendiendo a aumentar, como no haya reformas, pero de las de verdad, los pocos que trabajen en este país, lo harán como asalariados para ellas, y el resto viviendo del roperillo que fundarán para lavar la imagen.

Es curioso pero hasta hace poco tiempo en los textos escolares, aparecía la concentración de la riqueza como una de las causas de la Revolución Francesa, ahora ya no, será por no dar ideas. Pero no nos engañemos, democracia no es solo votar. Rousseau a quien se le considera el padre de ella , decía: que nadie sea tan opulento como para comprar a otro, ni tan pobre como para aceptar venderse. ...Así que de verdad alguien piensa que esto va por buen camino…

Publicado en La Voz de Galicia el 2 de diciembre de 2010

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Desmanes y desmadres bancarios

Está en catalán, pero se entiende perfectamente y aunque es un pelín largo (unos 20 minutos) vale mucho, mucho la pena.