lunes, 20 de julio de 2020

Trump: Vargas Llosa versus Eric González


En la sección de El País "Piedra de toque" que escribe Vargas Llosa, el pasado día 5, en su artículo titulado "Casa de locos"comentaba su impresiones acerca del libro de John Bolton, titulado "The Room Where It Happened "(El cuarto donde aquello sucedió), publicado en  Estados Unidos, luego de ser autorizado por los jueces ya que Trump intentó evitar su publicación.

Bolton cuenta en el libro su experiencia de trabajar junto a Trump, el presidente de Estados Unidos y ajusta cuentas con el peculiar presidente.
Bolton, nombrado y cesado por Trump como consejero para la Seguridad Nacional es "un conservador ultra, pero culto y bien informado", según Vargas Llosa y tras leer el libro se posiciona con él frente a Trump, al que el Consejero  deja como un ignorante.

Vargas Llosa para hacer la cosa más épica, recuerda los orígenes de Bolton, "pertenece a una familia obrera de Maryland y estudió Derecho en Yale gracias a becas y préstamos. Desde muy joven fue republicano y defendió las opciones más conservadoras y reaccionarias, con argumentos, es preciso decirlo, bastante más sólidos de los que suele usar aquel gremio político".
Sostiene que leyendo el libro el personaje de Bolton le despierta simpatía

El escritor peruano, como neoliberal, siempre remarca los orígenes humildes de los protagonistas, cuando estos se dan, para demostrar y autodemostrarse que existe la igualdad de oportunidades, que el ascensor social existe y que el que fracasa es el único responsable de su fracaso.

En cambio no menciona el opulento origen de Trump, hasta el punto que su sobrina con motivo de  obra que está a punto de publicar sobre él, titulada “Too Much and Never Enough" (Siempre demasiado y nunca suficiente), recuerda "que el magnate reconvertido en político ha estado tan recluido la mayor parte de su vida adulta, gracias a la fortuna de su padre, que «no hay forma de saber si prosperaría, o incluso sobreviviría, él solo en el mundo real".

Vargas Llosa recuerda que Bolton cuenta como Trump lo obligó a renunciar  con la excusa de haber abusado de viajar demasiado utilizando los aviones militares, acusación disparatada cuando uno lee estas memorias, donde Bolton especifica con enfermiza pulcritud los viajes de trabajo que hizo y las condiciones en que viajó. 

Lo que el autor narra, según Vargas Llosa, permite llamar a la Casa Blanca, "sin exageración alguna, una verdadera casa de locos".

Vaya paradoja, que un ultra reaccionario norteamericano como John Bolton haya mostrado cómo y por qué Trump debe ser derrotado en las elecciones de noviembre. Dice Vargas Llosa  que  tras leer el libro de Bolton, simpatiza más con el ultra que con el presidente y coincide con que no debe salir electo. Un ultraliberal rindiéndose ante un "liberal" ultra.

Bolton fue antiguo número dos de la Fiscalía General (con Reagan), antiguo número dos del Departamento de Estado (con Bush padre) y antiguo embajador estadounidense ante las Naciones Unidas (con Bush hijo)

Unos días antes había aparecido otro artículo acerca del mismo libro, también en El País.

González en plena época de la estafa de la banca, colocando productos tóxicos y dando hipotecas a diestro y siniestro, había escrito un artículo en El País que contenía una frase: Ludopatía bursátil, la dirección de El País decidió no publicarla. Él la hizo pública en las redes. Lo mandaron de corresponsal a Tel Aviv.

El artículo de Eric González que comentaba el libro de Bolton se titulaba "Un loco, un idiota y un miserable"
Según González, Bolton rechaza el calificativo “neocon” y se proclama “libertario al estilo de Goldwater” y dice que es  un larguísimo memorial de agravios en el que Bolton refiere su breve paso como consejero de Seguridad Nacional (de marzo de 2018 a septiembre de 2019) en la Casa Blanca de Donald Trump,  y que requiere un estómago sólido.

De Bolton, dice González, se conocían el lenguaje intimidatorio, la devoción por el peloteo a los jefes y el maltrato habitual a los subordinados. También se conocía su incapacidad para admitir el más mínimo error. A día de hoy, sigue proclamando que la invasión de Irak en 2003 (de la que fue uno de los arquitectos) constituyó “un gran éxito”. Su libro "La habitación donde sucedió" demuestra que cualquier opinión que pudiera tenerse sobre John Bolton resultaba positiva en exceso. 

Página a página, y son muchas páginas, se hacen patentes tanto la absoluta incompetencia y la inestabilidad mental de Donald Trump, objetivo del libro, como el servilismo y la duplicidad del propio Bolton. ... Asombra el desparpajo con que Bolton atribuye a otros sus propios fracasos y la conformidad con que trabaja para un presidente fascinado por los dictadores, obsesionado por conseguir la reelección a cualquier precio e incapaz de mantener una idea en la cabeza durante más de unos minutos. 

En ciertos pasajes, Bolton alcanza tales niveles de mezquindad que uno se ve casi forzado a simpatizar con Donald Trump, el idiota de esta historia.

González finaliza diciendo que uno simpatiza con Barry Goldwater: por más excéntrico y extremista que fuera, supo crear algo. No merecía un discípulo como Bolton.

Yo me quedo con la opinión de Eric González.

https://elpais.com/opinion/2020-07-04/casa-de-locos.html
https://elpais.com/ideas/2020-07-03/un-loco-un-idiota-y-un-miserable.html

3 comentarios:

  1. Barry Goldwater fue un tipo muy ultra pero visible, Bolton es de los clásicos roedores que quieren salir del barco cuando se va a a pique.
    Saludos

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  2. Cierto, así lo describe Eric González.
    Un afectuosos saludo y gracias por la visita.

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  3. no entiendo mucho de nada pero me voy con una idea importante e esta vida nueva seguir creciendo con la mente

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