jueves, 9 de agosto de 2012

Carrito: todos somos Gordillo


Yo también empujaba el carrito. Pero jamás engañé a abuelos, deficientes, analfabetos o a gente que le fue falsificada la firma, haciendo perder parte de los ahorrillos de toda la vida con preferentes, no soy responsable de dejar sin cobertura sanitaria a los hermanos inmigrantes, no cobré millones después de arruinar bancos, no soy consorte de nadie que se hubiese comprado una casa en Pedralbes (sin enterarse). En fin que soy del pueblo, gente para la que el BOE actúa como una daga, soy de los que van a la cárcel y no se indultan, de los que están con los que pasan hambre. En fin que formo parte del grupo social al que iba dirigido el exabrupto: ¡que se jodan¡. Sólo nos queda el carrito.

Foto compartida por Antonio Merino Jordán, proveniente de Artefakte

Anexo: 
Los periodistas que abogan y aplauden  los recortes, que  coquetean con  la banca, en una palabra los que siguen diciendo que  "vivimos por encima de nuestras posibilidades", censuran el hecho osando hablar de caos,  palabra que nunca utilizaron para describir la situación bancaria y  repiten el mantra de que es ilegal. Ellos, cuando Rosalind Parker se atrevió a sentarse en el autobús en un lugar reservado para blancos, también arremeterían contra ella por cometer una acción ilegal.

http://elpais.com/elpais/2012/08/08/opinion/1344455211_214276.html

Nota: la idea de Rosalind Parker no es mía, la leí en  un comentario del diario El Periódico.

4 comentarios:

  1. Juan Pérez Babío10 de agosto de 2012, 17:26

    Enhorabuena por esta realista reflexión.

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  2. Gracias por la visita y por el elogio.
    Un afectuoso saludo.

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  3. Prácticament todas las dictaduras han tenido base legal, la nuestra, la dictadura de los "mercados", es decir, la dictadura de las familias más poderosas económicamente que poseen las grandes corporaciones, no es una excepción.
    Temen, y con razón, que la gente se harte de esta farsa y la quite de en medio.

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  4. Tienes razón ellos hacen la leyes a su medida. Es más delito a veces quemar una bandera que un bosque, porque tienen muy en cuenta lo simbólico, ya que el hombre es un animal simbólico y lo de el otro día fue visto como algo muy peligroso. Si alguien se hubiera llevado el arroz de una tienda de barrio no hubiese sido noticia, pero fue de Mercadona, de ese señor tan antipático y tan "emprendedor" o depredador.
    Saludos.

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